Veo pasar las nubes del cielo
y mi mente te dibuja entre ellas
queriendo recordarte con anhelo
porque en mí dejaste tus huellas.
Un suspiro surge de mi pecho
y la melancolía llega hasta mi lecho
mis brazos extiendo para tocarte
pero no puedo alcanzarte.
El atardecer se asoma pronunciando
su huida, trae consigo el crepúsculo
y la luna -secuaz de mis sentidos-, añorando
seducirme con disimulo.
Viene hacia a mí con vehemencia
trayéndome tu ternura, tus besos, tu amor
trayéndome -amor- tu presencia
y la luna sigilosa se va dejándome así,
mi sueño abrazador.
Pili Tovar
27/08/08
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